Final de juego

Este es un ártículo que leí en En el El_Blog_De_Benyi: Los juegos y sus consecuencias:

Cada vez, los juegos se van pareciendo más a la realidad. Y es tanto así que hasta para los movimientos de los personajes se analizan movimientos reales ya sean de personas anónimas como los mismos protagonistas del mundo del deporte.

Pero los jóvenes de hoy tienen en su poder algo que podría influir en sus personalidades si, por ejemplo, están jugando a un juego violento.

Los últimos estudios señalan que los adictos a los videojuegos desarrollan más la emotividad y menos la racionalidad, y por tanto tienen menos capacidad de autocontrol.

Se cree que el aumento de las bandas callejeras y de la violencia juvenil puede venir provocada en muchos casos por estos juegos. No entiendo por qué estos juegos están permitidos sabiendo que es un mal para la sociedad. ¿Qué será lo próximo, un juego de violencia de género?

Si bien comparto la preocupación por la violencia en todas sus formas y repruebo la creación de ciertos juegos porque los considero simplemente despreciables, no puedo dejar de pensar que la nota de PeriodistaDigital se queda sólo en la superficie. La pregunta frente a esto debería ser ¿por qué los consumen? ¿por qué necesitan esta especie de pogo virtual?.

Confundir causa con consecuencia siempre es malo, pero equivocarse en el diagnóstico puede ser letal. Cíclicamente nos quieren obligar a echarle la culpa de nuestros males a "una cosa". Es la manera más efectiva de ignorar el problema. Ese razonamiento lleva a estigmatizar los juguetes bélicos a la vez que se promueve el uso de armas para "defensa personal".

"Los chicos pasan mucho tiempo frente a la televisión o a la computadora" ¿No será así porque hay padres ausentes? Hagamos una cosa, prohibamos los libros, ¿acaso el Quijote no se volvió loco leyendo?

¿Alguien conoce un juego más violento que el Pacman?. Una pobre criatura perseguida hasta el infinito por demonios caníbales que, de tanto en tanto, se hace fuerte y ¿cuál es su respuesta frente al atropello?: comerse al caníbal.

Si los chicos (y los no tan chicos), confunden la realidad con la fantasía, si desconocen los límites entre el juego y la vida real, no es culpa de ellos, ni de los juego, ni de las películas, ni de la televisión, es culpa de los adultos. El resultado, no serán generaciones violentas: serán generaciones que tampoco podrán diferenciar la verdad de la mentira, que creerán todo lo que les dicen, que no cuestionarán, que obedecerán órdenes sin pensar.

Mi héroe de la infancia era El Llanero Solitario y soy incapaz de matar una mosca. Ví y veo mucha televisión y no me considero un imbécil. Paso horas frente a una PC y no por eso dejo de interesarme en lo que me rodea. ¿No será que el problema está en otro lado?

Desigualdad, intolerancia, intereses económicos, marginación, pobreza, falta de futuro, ambición, egoísmo, líderes mesiánicos, hambre, soledad, incomprensión, olvidemos todo eso, la solución tiene que ser simple, la culpa de todo la tienen los fabricantes de revólveres de plástico y los creadores de juegos violentos. Terminemos de una vez con la fiebre, quememos los termómetros.