La cultura del spaghetti
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Toda su vida, el señor Obdulio había ambicionado una bufanda verde y ahora, después de tantos años de sacrificada espera, estaba a punto de conseguirla. Con ese paso tranquilo y a la vez rápido que lo caracterizaba, entró en el negocio de la esquina de su casa.
— Buenos días, señor — lo saludó cortésmente el empleado — ¿en qué puedo servirlo?
— Mire — hizo un gesto en torno al cuello — yo quisiera una bufanda verde.
5 comentarios:
Te regalo una verde manzana.
Bikos verde limón, jeje!
Muy bueno, seguramente el Señor Obdulio quedará muy agradecido :)
Muy bueno el cuento.
Este señor Obdulio es como la representación de la búsqueda del ensueño. Son como esos sueños que uno persigue tratando de alcanzarlos, pero que , a cada paso que das, te desvías por las seducciones del momento.
Finalmente nunca llegas a alcanzarlo, y en el camino te llenaste de bufandas,canas, una abultada barriga,o se te cayó el pelo, una deuda hipotecaria y te encuentras como el señor este, Obdulio, atrapado en cosas que nunca quisiste elegir, manipulado por los vendedores de ilusiones y sin lograr tener tu bufanda verde.
uhmm...me habré puesto un pokito dramática? muyyyyyyyyy weno el cuentooo, como siempre!! Hurras, y Hurras! :D
muy buen cuento ehh
¿Me pregunto cuando el señor obdulio encontrara su bufanda verde?
Tal vez nunca, tal vez, como dice Cata, está atrapado entre las cosas que nunca quiso :)
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