JMiur [E]

Abigail Garvey se casó en el año 2000. Hasta ese día, cualquiera podía escribir su nombre en Google y encontrar información sobre ella. Al casarse, cambió su apellido por el de su marido y, desde entonces, la actual señora Wilson ha dejado de ser "googleable".

Si se busca Abigail Wilson, su nombre actual, se encontrarán referencias a epidemiología, anuncios varios, antiquísimas matronas que vivieron en el siglo XVII, pero nada de la buena señora. Su antigua existencia, la que llevaba por nombre Abigail Garvey sigue allí, aunque ya no es ella.

A los 32 años, cuando espera su primer hijo, junto con su marido Justin, dedican buena parte de su tiempo a buscar un nombre para el bebé. Quieren asegurarse que Google lo encuentre.

La primera elección fue Kohler Wilson, un viejo nombre de origen familiar que fue vetado por el esposo por parecerle ridículo. La pareja, entonces, consideró seriamente el nombre de Benjamin Wilson pero tampoco quedaron satisfechos.

También barajaron los nombres de Sarah Wilson y Stella Wilson, siempre sin éxito y, por si fuera poco, ya empezaron a preocuparse por el nombre de su futuro segundo hijo, aunque aún no haya sido concebido.

El nombre, no parece ser un tema menor de esta era, cualquiera puede buscar John Smith en Google y se encontrará con 158 millones de resultados.

Según Ask.com, un 7% de todas las búsquedas se hacen ingresando el nombre de una persona. Según ExecuNet, el 80% de los ejecutivos ha reconocido que su rutina diaria incluye buscar candidatos para posibles puestos en la web. En MSN dicen que casi el 40% de la gente ha usado los buscadores para encontrar amigos, parientes o conocidos.

La gente, no sólo utiliza los buscadores para encontrar música, noticias, pornografía o negocios, también los usa, ¡oh filosofía! para encontrarse a si misma.

La vanidad hace estragos, ser "ungoogleable" es perderse en la multitud, ser uno más, ser nadie.

Ser visible es la razón de la existencia actual. Hay que pertenecer, ser parte de una lista, de un directorio, estar presente, mostrarse, aparecer, aunque sea como una oscura referencia al pié de una página, hay que "ser el contacto" de alguien. El nombre ha dejado de ser algo trivial, determina la mera existencia del yo.

Por supuesto, los Wilson tienen más nombres en mente pero, no quieren decir nada, necesitan que sea especial, único: googleable.

BASADO EN UN ARTICULO DEL:
  • The Wall Street Journal
  • 2 comentarios:

    Eduardo Perezchica  

    la ventaja de uno al tener un nombre googleable.... :)

    Responder
    JMiur  

    Jajaja habría que decirles que, tal vez, el problema no es el nombre sino el apellido :D

    Responder

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